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Dolina concluye que esa frase no dice mucho del futbol, pero deschava sin piedad a quien la pronuncia. Decir eso es lo mismo que decir que “Madame Bovary” es solo una astuta combinación de tinta y papel, y revela un desprecio atribuible a la ignorancia o al cinismo. Es que es así, lo que decimos y lo que hacemos nos deschava sin piedad, mas allá de maquillajes o imposturas. A lo que voy es a tratar de pensar lo que dijo esa conductora que hace años, demasiados me parece, almuerza con los argentinos desde la televisión, doña Mirta Legrand. En el programa del lunes 29, un día después de las elecciones, Mirta dijo: “Esperaba ansiosa la palabra de la presidenta. Creía que iba a hablar de las elecciones o de la gripe A, pero hablo de Honduras y del golpe que habían dado. ¿Qué me importa a mi Honduras? A mi me importa mi país”. Dijo esto mientras sus invitados, Macri, De Narváez, Sola y Micheti sonreían. Y el desparpajo y el cinismo llego al paroxismo cuando Macri le contestó y dijo: “Mirta, estas en tu mejor momento”. Me parece que no es necesario agregar nada más. Las frases y el contexto en que se las dijeron nos revelan descarnadamente la catadura ética de los que hablaron y de los que escucharon asintiendo o, al menos, otorgando. Esa, exactamente esa, es la derecha argentina, esa derecha que no es igual a la derecha del resto del mundo. Obama, por caso, Sarkozy, el primer ministro de Francia, Merkel, la canciller de Alemania, y hasta Insulza, el secretario general de la OEA, no podrían ser nunca considerados de izquierda, son claramente de derecha. Pero todos repudiaron el golpe en Honduras y exigieron y exigen que se reponga a Zelaya en su lugar. Todo el mundo civilizado y respetuoso de las leyes repudio lo sucedido. Pero a la señora Mirta, a De Narváez, a Macri, a Sola, a la Micheti, no les pareció importante. Repito, esa es la derecha argentina. Sin ningún apego por las leyes y las reglas de convivencia humana. Solo preocupados por sus pequeñas y miserables realidades de ganancias, oropeles y deseos privados. A ellos no les importa el resto de los argentinos que no son como ellos, así que ¿Cómo les va a importar unos hondureños a los que solo se les quito la posibilidad de vivir en un país libre y democrático?